VERGÜENZA

Una de las cosas que me atraen de una mujer son sus caderas. En cierta forma es un deporte varonil el mirar disimuladamente y a veces no tanto, unas caderas femeninas enfundadas en un atuendo que las hagan lucir.

Sin embargo no haya nada más embarazoso que el ser descubierto por la propietaria de las mismas dandose ese gusto.

Para mi uno de los momentos mas embarazozos fue aquella noche en que me dijiste a boca de Jarro, que te habías dado cuenta como miraba tu trasero aquella ocasión en que coincidimos con tu querida amiga. Más guarro me sentí cuando como colofón me soltaste: "y lo que más me hizo sentirme cohibida es que no pude decirte nada..."

Para las personas que lean esto, les dire que Ella (la dueña de las caderas) no estaba enojada ni molesta, simplemente me aclaraba que me había descubierto y que la habia hecho sentir incomoda. Aunque conociendo su coqueteria natural en el fondo se que le agrado, aunque no la forma ni el momento...

Bueno te prometo que la próxima sere más discreto ;-)