Encendiendo la Llama

Hoy he venido a quitar las telarañas, sacudir el polvo y lavar el caldero. Y de pronto me ha venido al pensamiento que lo mejor será volver a encender la llama y poner nuevamente a hervir el caldo de los deseos.

Cierto que no esta ya la Hechicera, la Princesa, la Amiga, aunque su lugar siempre estará aquí esperándole por si algún día decide regresar, ya que es imposible negar el cumulo de cosas bellas y hermosas que compartio en este caldero. Pero al fin de cuentas este sitio fue creado para que quien lo visita pueda expresar sus deseos y su esperanza para que a través de la magia del amor se vean cumplidos. Y para que el amor nos regale su magia no se necesita hechicera ni Princesa que haga magia y conjuros, porque el amor es magia en si mismo.

Mientras se aviva la llama entre los rescoldos, viene a mi el primer deseo para este recién re-encendido caldero. Los amigos se conocen en la enfermedad y los momentos difíciles. Mi primer deseo es agradecer y pedir que sean recompensadas no por mi si no por quien todo lo puede las acciones de tres mujeres que con su actuar se han ganado mi agradecimiento y todo mi cariño.

Corazón, tu o bien eres vidente o bruja. Siempre en el momento preciso apareces para darme ánimos, para impulsarme a seguir, para decirme que estas ahí oculta y callada pero siempre al pendiente de mi ser y estar.

Menta, Mentacalida, gracias por tus risas, tu alegría contagiosa, tu serenidad y consejo en momentos difíciles para mi, han servido para que los momentos sean más llevaderos.

Kiwi. Gracias por tus saludos diarios, tu conversación amena, por dejarme conocerte y poder saber de tus sueños, alegrías y tropiezos.

También lo hago extensivo a aquellos lectores, amigos y bloggers que a pesar de mi alejamiento y ausencia me distinguen con su amistad y benevolencia hacia mis letras y posts.

Todo mi afecto y Cariño como siempre.

CRONOS51.