
La noche, deseosa, apenumbrada,
te quitó sin pensar las zapatillas...
y -por sentirse blanca y alumbrada-
desnudó blancamente tus rodillas.
Luego -por diversión, sin decir nada-
la noche se llevó tu blusa larga
y te arrancó la falda ensimismada
como una cosa tímida y amarga.
Después te colocaste travesura:
desnudaste tus pechos por ternura
y -hablando de un amor vago, inconexo-
Porque sí y porque no, a medio reproche,
desnudaste también, entre la noche,
la noche pequeñita de tu sexo.
Jorge DeBravo
5 comments:
Es mi primer visita (creo...) me gustó mucho este poema, es muy sensual. Sigo recorriendo tu espacio. Dejo un cálido abrazo.
MentesSueltas
Wowww!!!
que hermosura.....
me has dejado con una noche larga de cariños....
muchos besos cariño mio;)
MentesSueltas
Pasa estas en tu casa. La cofadria del Caldero te da la bienvenida. Ojala que tus deseos te sean concedidos siempre y se hagan realidad.
CieloAzzul
Tus palabras me sonrojan princesa. Los besos los tomo y los devuelvo. Tu prescencia siempre es motivo de alegría en este lugar. :)
Muchos cariños y besos Princesa
Magnìfico...me encanta como se expresa la princesa! Vuela y concedenos tus poemas... Un abrazo.
precioso.
Y aunque dicen que las primeras veces no son buenas,para mí,esta es un descubrimiento.
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